Caminando con la Luna, Luna
A Federico García Lorca.
Agarrado a mi Luna, Luna
Paseo por las calles de alfombras
Las estrellas, sonrientes, nos iluminan
Siento el calor de tu sombra.
Envuélveme de alegría y sabiduría
OH! Príncipe de los Gitanos
Muéstrame el camino
Guíame tras tus escritos gloriosos.
Tu pasear por los caminos
Rodeados por los olivos
Sonríes a la blanca Luna
Queriendo mecerte en tu cuna.
Eres como una gota fría
Deslizándose por Sierra Nevada
Eres como una gota caliente
Caída en tu Huerta de san Vicente.
Búscame… Si no yo, te encontraré
Por los caminos enrojecidos
Ahora, la Luna no te quiso mecer
Por recordarte siempre vivo.
Bajó un suspiro de la Alhambra
Para envolver tu alma
El aliento de los ríos
Te despidió en un amanecer en calma.
Al final, la Luna, bajó para recoger tu alma
Y mecerte en su cana
De suaves tejidos blancos
Para aliviar tu llanto… mí llanto.
A las cinco de la tarde
Te recordaré
A las cinco de la tarde
Te buscaré entre las sombras
A las cinco de la tarde
Soñaré con tu blancura
A las cinco de la tarde
Me moriré
A las cinco de la tarde
Te esperaré
A las cinco de la tarde
Contigo, me marcharé.
Víctor M. Morillo