Esa rosa llora, quedan pocas alegres,
Tú las destruyes, ella se muere.
Ahora no quedan árboles,
Los pájaros, buscan un lugar para descansar,
Tú los quemaste, y le robaste su libertad.
No quedan encinas, ahora no hay sombras para merendar,
Cortas árboles y su madera,
A ti, te servirá para estudiar.
Las ballenas no pueden respirar,
Un petrolero ha ensuciado el mar,
Matan a todos los peces, y tú no te puedes bañar.
No puedes observar las estrellas,
Una nube de humo, ha sepultado su esplendor,
La culpa tus torres de metal, no te dejan ni respirar.
No maltrates animales, no diseques con ellos,
Aparta las manos de ese animal,
Córtate las venas y vivisecciónate
El tiempo que tardas en desaparecer.
Víctor M. Morillo